Esta semana se ha estrenado la película de Los Fantasmas de Goya, dirigida por Milos Forman y protagonizada por Javier Bardem(nominado al Oscar por Mar Adentro), Natalie Portman (nominada por Closer y V for Vendetta) y Stellan Skarsgard (Exorcista: el comienzo)
La película comienza en la España de 1792, una etapa de cambios políticos y revoluciones que asolan Europa. A través de la mirada de Goya, pintor de la Corte de Carlos IV se nos refleja un período de convulsión política y cambios históricos; desde los últimos años de la Inquisición, pasando por la invasión del Imperio Napoleónico hasta la última derrota de los franceses y la restauración de la monarquía española.
Javier Bardem es el harmano Lorenzo, monje perteneciente a la Inquisición
que acusa a Inés (Natalie Portman, musa del pintor Goya interpretado por Stellan Skarsgard e hija de un comerciante vaso amigo de Goya) de herejía. En un clima político tan delicado se mezclan persecuciones inquisitoriales, amor, cárcel, guerra y arte.
Jean Claude Carriére y Miles Forman dan vida al universo pictórico de Goya con sus luces y sus sombras convirtiendose en el hilo condutcor de la trama. La película no ha tenido muy buena crítica en cuanto al guión, la trama, fidelidad y creatividad concediéndole a la Inquisición una importandia exagerada. Aunque por otro lado la fotografía, los escenarios y las interpretaciones son brillantes.
La película es entretenida, pero no plantea muchas custiones de fondo, además pienso que al dar más importancia a lo que es la política, tan agitada por aquellos años y que también es importante reflejar, el espectador pierde la trama ya que descuidan elementos importantes como es el guión y el reflejo de éste genial pintor. Podría concluir que con ir a verla al cine no ganas nada y tampoco pierdes.La resvaría para alquilar una tarde, nada más.
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