Diciembre...

Cada vez que llega este mes, lo asociams con varias palabras como es el frío, la nieve y sobre todo connavidad, regalos y felicidad pero en realidad lo deberíamos de asociar con consumismo, egoísmo y falsedad.

Como podemos observar no faltan ni dos semanas para el comienzo de este mes y ya podemos ver las luces navideñas por las partes antiguas de las ciudades, anuncios relacionados con estas fechas y sobre todo la abundancia de películas navideñas que inundan todos los canales de la televisión. Es una época donde la publicidad inunda todos los medios de comunicación y todas las puertas de las tiendas para que el consumismo sea el máximo posible en estas fechas.

Siempre nos estamos quejando por el precio de los productos, por el gasto escolar al principio de curso en septiembre, por la subida de gasolina y por cientos de cosas, pero en el momento en el que comienza la navidad parece ser que no nos damso cuenta de que es el momento en el que los precios se disparan y es bastante gracioso que sea el mes del año en el que las personas gasten tanto dinero, pero ¿para qué? parece ser que cuantos más regalos se compren más demostraremos a los demás todo lo que nos importan o cuanto más comida se compre será una mejor navidad. Es triste pero cierto...

Eso si, siempre es una fecha para recordar a aquellas personas que no tienen todo lo que tú tienes, aquellas personas que no comeran turrón,que no tienen un techo para celebrar unas navidades...esto también es bastante triste porque parece ser que el resto del año no existen...

Me disgusta esta época donde lo importante es que los hijos tengas cuantos más regalos mejor cuando habría que educarlos de otra manera, enseñandoles que la navidad no consiste en tener regalos y más regalos, hay que enseñarles la realidad de la navidad y que sentido tiene ésta fecha que cierto es que habrá muchas personas que todavía ni lo saben....

Lo peor de todo es que cada año estamos sumidos en un círculo tan consumista donde la publicidad triunfa por todo lo alto que ya es imposible salir.Estamos demasiado acostumbrado y hay que poner remedio.

Nunca tenemos dinero para adoptarun niño, o para colaborar con ongs pero eso sí, esos caprichos superfluos que cuando pasa un tiempo ni nos acordamos de ellos, ¡que no falten!