¿Esta es nuestra televisión?

La televisión….¡¡qué importante es!! Y qué útil, qué divertida y qué todo puede llegar a ser. Pero si te asomas cinco minutos con atención a su interior te puedes dar cuenta de que nos la están estropeando. Personalmente, me asusta pensar que hay personas que aseguran pasar varias horas al día enganchados a la programación televisiva. Y yo me pregunto ¿viendo qué? Porque yo la enciendo y me abruma la cantidad de programas que repiten un mismo esquema, el de la telebasura. No sé en qué cadena repiten que la televisión está a nuestro servicio. Más bien me da la impresión de que la utilizan para tenernos embobados y para meternos en la cabeza una serie de valores bastante falsos. He estado esta tarde viendo un programa mientras merendaba y me he quedado asombrada de lo fácil que es manejar a la gente. En una parte del plató tres chicas junto con una señora más mayor. Separado de ellas por una pared y sin poderlas ver estaba el hijo de esta mujer. La madre tenía que elegir a una de las jóvenes para dulce retoño y para ello las analizaba de arriba abajo, comprobaba cual de ellas tenía mejor tipo, quien bailaba mejor y las torpedeaba a preguntas. Entre otras cuestiones les preguntaba qué puntuación le daban ellas a la fidelidad. Por supuesto todas le daban el diez (yo me pregunto si se referirán al modelo de fidelidad que nos enseñan en la caja tonta porque entonces la llevan clara…). La que quedaba elegida tenía la posibilidad de hacer un maravilloso viaje con su nueva conquista durante la semana próxima y de cenar con él en su casa al día siguiente. De no conocerse nada, pasaban a irse de viaje juntos…para ver si de rebote el amor aparece por las inmediaciones.
En resumen, que tontería más grande no había visto yo. Si seremos estúpidos que nos tragamos diariamente este tipo de programas. El amor no lo van a hacer surgir por mucha sonrisa que le echen ni por muy felices que allí parezcan todos. Me parece decepcionante ver que es con esta programación con la que la gente pierde su tiempo. Puede que no nos demos cuenta pero no solo con música se amansa a las fieras, sino también cuando los tienes aborregados con tanta mentira y tanto morbo.

Laura.